Los viajes son experiencias profundamente subjetivas. Si cada persona es un mundo, ¡imaginaros cómo será cada viaje!
¿Por qué no guiarse por las recomendaciones de la gente que te conoce? Bueno, porque cada persona busca algo diferente en su viaje, lo que motiva, divierte, aburre o entusiasma a una persona no necesariamente le motivará, divertirá, aburrirá o entusiasmará a otra. Además, el estado de ánimo influye, el estado físico y mental también. Escalar el Monte Everest será la ostia y una experiencia de esas que te cambian la vida para siempre, pero mis rodillas que sufren de condromalacia y mi patético estado físico por un sedentarismo brutal -labrado a lo largo de los últimos años en una oficina- no creo que estén de acuerdo con que escalarlo sea la opción más acertada para mi.
A tomar en cuenta
Entonces, ¿cómo elegir el destino para tu próximo viaje? Sencillamente respondiendo a estas simples preguntas:
¿Cuál es el objetivo de tu viaje? Sé sincera contigo misma: ¿para qué quieres viajar? ¿Quieres descansar?, ¿conocer gente?, ¿alejarte de tu rutina por un tiempo?, ¿contemplar ese templo que siempre has querido conocer?, ¿hacer un retiro espiritual?, ¿probar la gastronomía de un país en concreto?, ¿experimentar un choque cultural fuerte?, ¿hacer un voluntariado en países en vías de desarrollo?… (la lista es casi infinita).
¿Qué es lo que quieres hacer durante el viaje?¿Prefieres hacer deportes al aire libre, recorridos culturales, shopping económico y exótico, tirarte en una playa con un libro y perder la noción del tiempo? Aquellas actividades de las que más disfrutas marcarán el destino de tu viaje. Por ejemplo, si tu idea es hacer shopping hasta agotar el crédito de tus tarjas VISA, entonces una isla desierta no es lo tuyo.
¿Cuánto tiempo tienes para tu viaje? No es lo mismo planificar un viaje para una semana, para un mes que un viaje sin fecha de regreso preestablecida. Si vives en Uruguay por ejemplo y tienes solo siete días de vacaciones quizá no te convenga viajar a Australia, será mas conveniente buscar un destino más cerca a tu ciudad de residencia y que las horas de vuelo y el jet lag no se coman tus días de viaje.
¿Qué tipo de viaje quieres hacer? No es lo mismo que quieras viajar con todos los lujos (léase: taxis para todos los desplazamientos, hoteles de varias estrellas, cenas en restaurantes de mantel de tela) que decidas viajar mas Low Cost, es decir: compartiendo habitación con otros viajeros, comiendo en puestos callejeros y cogiendo transporte público.
¿Qué presupuesto tienes? A pesar de que siempre digo que se puede viajar con muy bajo presupuesto, lo cierto es que hay destinos y destinos. No es lo mismo una semana en Suiza que en Ecuador. Respondiendo a esta pregunta y a la cuarta (sobre el tipo de viaje que buscas hacer) ya podrás reducir bastante el espectro de destinos.
Otra opción que tienes para elegir el destino de tu próximo viaje, un poco más irreverente, espontánea y arriesgada, es tirar un dardo a un planisferio ¡e ir a donde éste caiga! Si te va la adrenalina, ¡esta es TU opción!
Otras consideraciones a tener en cuenta:
♣ El clima en los países de destino que tienes en mente. Sería una pena que justo fueras a Tailandia por ejemplo el mes del monzón.
♣ Las fiestas locales. En algunos países los precios encarecen bastante durante fiestas nacionales o religiosas, como por ejemplo en Indonesia durante el Ramadam. Además de los altos precios, es muy difícil encontrar alojamiento o sitio en los medios de transporte públicos como trenes y autobuses, lo que entorpecerá tu viaje.
♣ El idioma. Si es la primera vez que viajas sola, quizá te convenga comenzar por un destino cuya lengua oficial domines un poco o que al menos te puedas defender. El choque cultural e idiomático puede ser a veces frustrante hasta para el mas experimentado viajero.
Teniendo todas estas cuestiones en cuenta, puedes elegir mas a conciencia un destino. Te recomiendo que antes de comprar el billete, leas e investigues sobre el destino en cuestión, para asegurarte que podrá proporcionarte las experiencias que buscas.
